Actividades del Sector Terciario Comercio y economía informal ( trabajo)

 

Actividades del Sector Terciario Comercio

y economía informal

 

 

El presente tema tiene como objetivo estudiar el desarrollo del comercio venezolano y su función en la conformación de la economía nacional. Para esto se definirá lo que se conoce como Actividades del sector terciario. Como acercamiento al tema, los antecedentes del comercio actual y su importancia en general, para luego pasar a estudiar los rasgos fundamentales del mercadeo interno e internacional y de la economía informal en Venezuela.

 

 Sector terciario: Se conocen como actividades del sector terciario a todas aquellas actividades que constituyen las vías de intercambio, presentación y comunicación de productos, y la prestación de servicios. Es el último sector de la economía, no por ser el menos importante, sino por estar encargado de la etapa final del recorrido productivo, es decir, de la colocación de productos en el mercado.

 

La Actividad  Comercia l, su importancia: La tendencia a intercambiar productos es tan remota como las primeras industrias humanas. Lo que es hoy el circuito económico internacional integrado en un sistema mundial de comercio, deviene del trueque de productos entre tribus "primitivas" que se realizaba hace miles de años. Esta tendencia se ha convertido en una de las principales características de la sociedad contemporánea, actualmente se realizan cotidianamente intercambios a gran escala, no sólo de mercancías y productos, sino también de ideas, información y conocimiento.

 

Como tal, se ha convertido en factor determinante en la economía de todas las naciones. Estas, con el objeto de lograr posiciones favorables en el mercado internacional, configuran una serie de medidas, tendientes a modelar el tráfico de bienes de consumo y servicios hacia el interior y el exterior de las mismas, que constituyen lo que se conoce como políticas comerciales.

 

 

El lugar por excelencia en el cual se llevan a cabo estas actividades es el mercado, definido como el conjunto de operaciones de compra y venta realizadas entre varios actores. Intercambio que se da tanto al interior de las naciones, lo que se denomina mercado interno, como al exterior de ellas, llamado indistintamente mercado exterior, mercado internacional, circuito económico mundial. El carácter y naturaleza de los actores son variados, y dependiendo del tipo de transacción participarán el capital privado y/o el público.

 

Las actividades del sector terciario incluyen variados ámbitos de acción, cada cual con características propias, no tan acentuadas como para constituir categorías completamente separadas, pero con particularidades en cuanto a extensión, áreas de influencia y mecanismos reguladores. Estos ámbitos son:

 

 

 

 

 

 

 

Comercio nacional o interior

Está conformado por el conjunto de actividades comerciales realizadas al interior de las fronteras de una nación, cuyo rasgo más característico es la interactividad entre los diferentes estados, regiones o provincias de un país.

Comercio regional

Está constituido por las actividades comerciales llevadas a cabo dentro de los perímetros de una determinada región, cuya dinámica está determinada por la cercanía y actividad de alguna ciudad importante que se erige como centro principal en este ámbito de acción.

Comercio local

Es el que se lleva a cabo en el interior de la jurisdicción de una ciudad, pueblo o localidad.

Comercio internacional

Es el que se realiza entre los diversos estados que conforman la comunidad internacional: Se fundamenta en las actividades de importación y exportación.

 

 

 

Para lograr un exitoso intercambio comercial internacional, es necesario que se tomen en cuenta las siguientes condiciones:

 

  Desequilibrio en la distribución de los recursos naturales en las naciones participantes del circuito económico mundial.

 

  Técnicas productivas distintas entre los países que negocian.

 

  Existencia de una red de transporte y comunicación que permita la movilización eficiente de grandes cantidades de productos a grandes distancias.

 

            El comercio en Venezuela: El intercambio tiene extensos antecedentes, pues es una de las actividades fundamentales para el sostenimiento de cualquier sociedad. El caso de Venezuela no es distinto, en efecto, ya antes de la llegada de los españoles se supone existían mecanismos de intercambio entre las distintas etnias asentadas en lo que luego sería el territorio venezolano, sin embargo, no se cuenta con datos ni cantidades precisas acerca de dichas actividades.

 

Durante el período que se conoce como de Conquista, el comercio en Venezuela estaba determinado por una política de extracción más que de exportación, llevada a cabo por la Corona española, fundamentada en los principios del mercantilismo y en las necesidades propias de la monarquía española.

 

El primer producto exportado en Venezuela fue la perla, esta actividad tiene su inicio a principios del siglo XVI con la explotación de Cubagua. Ahora bien, si es cierto que lo extraído estaba destinado casi en su totalidad para la exportación, más cierto aún es que esta exportación dista mucho de ser la transacción que se conoce actualmente. En efecto, la exportación no estaba considerada como un factor fundamental para el desarrollo de las economías de las colonias, pues los productos destinados para exportación no eran colocados en el mercado, donde existía la posibilidad real de un intercambio positivo entre los actores, sino que, iban directamente desde los territorios de ultramar a las metrópolis.

 

En la Colonia, esta situación irá variando paulatinamente hasta configurar las características fundamentales que habían de predominar en la economía nacional. Durante largos años se fueron conformando las bases productivas que más tarde permitirían la actividad exportadora. Se conforma, entonces, una base agrícola que en un principio se fundamentó en el cacao, y más tarde en el café y una serie de otros cultivos.

Sin embargo, no será sino hasta la creación de la Compañía Guipuzcoana cuando se inaugure una verdadera actividad exportadora.

 

En 1728 se le otorga, por real cédula , el privilegio del comercio entre España y la Provincia de Venezuela, a la Guipuzcoana. Entre sus funciones estaban, primero, asegurar el transporte del cacao, producto cuyo uso se había generalizado en España y que constituía materia de primera necesidad, pero que no llegaba consecuentemente debido a los conflictos a menudo presentados en la metrópoli española; luego, garantizar que la totalidad de remesas fuera enviada a la Corona directamente, en lugar de ser enviadas a destinos más cercanos y por lo tanto más económicos (caso de México) como preferían los mercaderes radicados en las colonias. Otra de las funciones prefiguradas de la Compañía era activar el comercio de las colonias españolas y acabar con el monopolio de la Corona, pero fue un objetivo nunca alcanzado.

 

En cuanto al comercio interior puede afirmarse que existían bienes producidos para el uso y consumo interno que a su vez podían ser susceptibles de exportación, sin embargo, estaba aún en estado embrionario. Esto se debe en gran parte al aislacionismo en el que se mantenían las distintas regiones, producido por la inexistencia casi completa de una infraestructura de transporte y comunicaciones, además de las propias normas jurídicas emanadas desde la metrópoli que por su naturaleza incitaban a la disgregación antes que a la integración.

 

No será sino hasta mucho más tarde (inicios del siglo XX) cuando se logró la integración regional, al menos en cuanto a vías de comunicación se refiere.

A finales del siglo XVIII comienza a configurarse el café como producto de notable peso en la producción y exportación en Venezuela, y poco después (en 1804) pasa a ser el primer producto sobre el cacao, cuya producción comenzaría a declinar.

 

            El primer tercio del siglo XIX iba a tener consecuencias desastrosas para la economía y comercio de venezoluela. Las guerras de independencia traerían consigo la destrucción casi total de la base productiva, por otra parte, los ingresos recaudados por las aduanas de la flamante república eran prácticamente nulos, además de una intensa reducción ocurrida en las exportaciones. Esto trajo como consecuencia la desarticulación de la economía y un concomitante deterioro del aparato productivo y mercantil, situación que habría de perdurar hasta algunas décadas después de lograda la emancipación.

 

 

Los períodos que se conocen como el de la Oligarquía Conservadora y Oligarquía Liberal serían de lenta recuperación, mediante una administración pública que puede llamarse prudente. Sin embargo, los conflictos armados presentados con tanta frecuencia en los años medios del siglo XIX, constituirán notables obstáculos para lograr tal fin. Durante este período Venezuela, por primera vez en muchos años, contemplaría la aparición en las exportaciones de otros rubros como el aguardiente y las artesanías, no obstante, el café y el cacao siguen siendo, para la época, los productos de más vasto rendimiento.

 

A pesar de esto, la Guerra Federal (1858-1863) habría de producir un retroceso en la consecución de la organización de una administración pública eficiente. Se repiten los desmanes que la República pensaba habían quedado atrás. Desarticulación de la base productiva, destrucción de las haciendas y despilfarro desbocado son las características de estos cinco años.

 

 

Una vez terminada la Guerra Federal, y durante el período guzmancista, la organización de la administración y de la economía venezolana recibirá un gran impulso. Entre otras cosas, se crea la Hacienda Nacional, se instituye la educación pública, se crea el Registro Civil y se comienza con la edificación de infraestructura de vías de comunicación. Es importante señalar además, en 1879 Guzmán Blanco decreta la creación del bolívar como unidad monetaria.

 

El saldo del movimiento comercial, durante este período, fue positivo. Los años finales del guzmancismo serían de incremento en las exportaciones de café y cacao, y de incorporación de nuevos rubros económicos como la madera y los cocos. Todos estos logros contribuyeron al paulatino crecimiento del mercado interior, que mantenía discretas dimensiones.

 

Será durante el siglo XX cuando se consolide, dentro de las posibilidades existentes, un mercado interior como consecuencia del desarrollo de infraestructura y servicios, que conllevarían eventualmente a la integración. También es el momento del petróleo que en 1926 pasa a ser el principal producto de exportación en Venezuela hasta la actualidad.

 

 

Una de las características de la economía venezolana, es la dependencia de sus relaciones económicas con el exterior, como lo demuestra el hecho de la preponderancia de las importaciones sobre las exportaciones, situación que se muestra como una constante histórica en el desarrollo de la economía venezolana. Otro rasgo importante que merece ser señalado es el carácter monoexportador de la economía venezolana lo que hace que el producto total bruto esté altamente condicionado a las fluctuaciones del producto en los mercados internacionales. De igual modo, no puede dejarse de lado, la ausencia de una verdadera política comercial, lo que trae como consecuencia, entre otras cosas, el poco control sobre los mercados que consumen las exportaciones venezolanas.

 

Todo lo recién señalado configura un panorama en el cual Venezuela, como país subdesarrollado, se muestra en desventaja. Sin embargo, no existe duda acerca del papel de Venezuela en el comercio mundial, las inmensas reservas petroleras convierten al país en un potencial abastecedor de petróleo en el mundo. Actualmente el control de las operaciones comerciales en los mercado nacionales, regionales y locales, lo ejerce el gobierno través del Instituto Nacional de Educación al Consumidor y Usuario (INDECU).

 

La economía informal en Venezuela: La economía informal está definida como toda aquella actividad comercial que se realice fuera de los parámetros normales de mercadeo. Un amplio sector de la economía informal refleja desequilibrios socio-económicos evidentes. El desempleo es el más importante de estos desajustes, lo que a su vez expresa la real situación económica de un país. De modo que la economía informal es la respuesta que han adoptado aquellos que por las contradicciones económicas existentes se han visto alejados del sector productor formal.

 

En Venezuela, como en muchos otros países de Latinoamérica y del mundo, este sector informal de la economía toma cada vez más auge. Lo que no deja de traer dificultades, entre las que se cuenta el crecimiento del contrabando que es de donde se surte este sector de la economía. Es indudable que el origen de este tipo de actividades se consigue, como ya se dijo en los desequilibrios socio-económicos presentados en el interior de una nación.

 

Pero es importante señalar que un sector informal librado a sus propias fuerzas, sin control de ninguna especie, influenciaría de modo notable en la conformación de un circulo vicioso de muy difícil desarticulización, pues de modo alguno contribuiría a sanear el golpeado sistema económico. Sin embargo, no puede pensarse en eliminar estas actividades de manera radical y absoluta, pues es evidente que representa, para aquellas personas excluidas del sistema formal, su única posibilidad de ingresos.

 

Para finalizar, es necesario señalar que este fenómeno de reciente data no se remite solamente a los países llamados del tercer mundo, en efecto, el problema del desempleo hoy en día está presente incluso en los países más industrializados, y la economía informal también existe en estos países, claro, sin las dimensiones con las que se presenta en los países subdesarrollados.

 

Economía informal

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Se denomina economía sumergida o economía informal al sistema de intercambio de bienes que permanece ajeno al control del Estado. Por su naturaleza (la imposibilidad del Estado de cuantificarla), no está incluída en el Producto Nacional Bruto (PNB), a diferencia de la economía formal.

 

Aunque la economía informal se ha asociado frecuentemente a países en desarrollo y economías emergentes, todos los sistemas económicos participan en algún grado en las economías sumergidas existentes a escala local.

 

La economía sumergida en España e Italia representa más del 20% del PIB.[1] En España es el equivalente a 240.000 millones de euros.[1] El caso extremo en la Comunidad Europea es Grecia con más del 30% del PIB.

 

Hay ejemplos como la prostitución, los trabajadores sin contrato, las trabajos a domicilio sin factura (tales como arreglos de fontanería, electricidad, etc.) en los que no se paga el IVA.

 

También podrían entrar en esta categoría los sobornos, diversos tipos de "regalos" (a cambio de información, influencias, etc.), las mafias, piratería, las propinas, la mayoría de los gremios, talleres clandestinos, comercio ambulante, la venta de sustancias ilegales, etc.

 

Existen numerosas acepciones en el habla popular para designar esta economía: "pagar bajo cuerda" o "pagar bajo la mesa"; "fuera de los libros" (de contabilidad), "pagar en B" (del inglés black, negro). El término mercado negro se refiere específicamente a una porción de la economía informal en la cual se utiliza el contrabando.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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   5. LA INFORMALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA EN VENEZUELA.

 

La Economía Informal es un fenómeno social, económico, político, que conlleva a la usurpación de los derechos de terceros, ocupación ilegal de espacios públicos, desorden y congestión de espacios urbanos, conflictos de intereses que dificultan el diálogo y propicia situaciones delictivas, produciendo inseguridad al ciudadano.

 

Las características de la economía informal son diversas en cada país y para cada ciudad, están directamente relacionadas con el tipo de ordenamiento vigente, la situación socioeconómica, legal, política y estructural, que establecen los marcos políticos institucionales vigentes. La economía informal constituye una respuesta cultural y de tradición familiar al problema del desempleo y gradualmente mantienen una vinculación complementaria y de servicio al sector formal. La cultura urbana vecinal también propicia la consolidación de la venta callejera.

 

Dada la magnitud del problema y la mano de obra que ocupa, amerita una preocupación y atención particular de los Gobiernos Locales, ya que mediante su formulación simultáneamente abre nuevas posibilidades de desarrollo. Las Instituciones más adecuadas para desarrollar estrategias de intervención de la economía informal son los gobiernos locales, que requieren reforzar su capacidad de gestión y articulación con otras instancias públicas y privadas, así como de suficientes recursos financieros y de la capacidad de ejercer la autoridad local con autonomía política y administrativa.

 

En diferentes países utilizan nombres diferentes: economía informal, economía subterránea, economía sumergida, economía descalza, economía de proximidad, economía paralela o simplemente mercado negro. Pero la definición es la misma. Se trata del sector de la economía que no aparece en las estadísticas oficiales, las transacciones se llevan a cabo principalmente en efectivo y no se pagan impuestos. Gracias a la labor de un economista austríaco, ahora tenemos un estimado de su tamaño en el ámbito mundial: 9.000.000.000.000 de dólares. Un nueve acompañado de 12 ceros. Son 9 trillones de dólares si utilizo la más usual traducción literal del inglés, pero en buen español serían 9 billones. En los últimos años se ha venido desarrollando en América Latina y especialmente en Venezuela, una crisis económica de tal magnitud que en este país el aumento de la pobreza ha crecido en forma vertiginosa, consecuencia de la disminución de las fuentes de empleo que a su vez causa un deterioro del poder adquisitivo de nuestra población.

 

La recesión económica se destaca generalmente por una desactivación del aparato productivo, provocando el cierre de muchas empresas y numerosos despidos de personal, en aquellas empresas que logran sobrevivir, originando una tasa de desempleo de las más altas en la historia económica, en el caso venezolano.

 

Paralelamente a esta situación ha venido creciendo y desarrollándose un fenómeno que muchos economistas y estudiosos del tema, lo consideran un deterioro de las condiciones económicas de una nación; para otros, este fenómeno puede alivianar el problema del desempleo; se trata de la economía informal.

 

En efecto, el sector informal no es nada nuevo en estos países. En Venezuela en la última década se ha agudizado el problema del desempleo, consecuencia de la caída de la tasa de crecimiento económico, crisis externa y desequilibrio fiscal, entre otros, lo que ha configurado una situación en la cual el crecimiento de la fuerza de trabajo supera el número de empleos, con una remuneración estable para palear la crisis y poder adquisitivo dé los ciudadanos, los cuales buscan sustentar económicamente él y sus familiares, vendiendo cualquier tipo de objetos y mercancía en la calle, reparando artefactos eléctricos del hogar, ofreciendo sus servicios puerta a puerta, aumento de autos por puestos y taxis y un sin fin de actividades que puedan generar algún ingreso económico que conlleve a la manutención del hogar.

 

La mayor parte de estas actividades no es tan formalmente organizadas, no se lleva algún tipo de contabilidad, no poseen planes de expansión como empresas generadoras de dividendos y lo más importante, no se encuentran registradas en alguna de las modalidades que expresa la Ley. Por eso el término de economía informal o sector informal o esa minada de actividades que los pobres de América Latina desarrollan.

 

En Venezuela el sector informal se ha agudizado a medida que se acentúa la crisis económica, los desempleados se han desplazado hacia las áreas menos productivas y no existe un futuro prometedor, por la siguiente razón, hay demasiados pobres y muy pocos eficientes, lo que trae como consecuencia que exista demasiados buhoneros, servicios domésticos, choferes, y pocas empresas manufactureras en pequeñas escalas o micro empresas con posibilidades de crecer, porque no existe una economía de crecimiento por parte del Estado. Aquí como resultado a lo expuesto anteriormente podemos asegurar que no ha existido ni existe una verdadera política económica de la pequeña y mediana, micro empresa verdadera, generadora de empleo, por lo cual existe el desplazamiento de mano de obra calificada o no, hacia las áreas menos productivas.

 

En consecuencia se puede afirmar que la economía informal venezolana se encuentra concentrada en aquellas actividades que permitan una mínima subsistencia, uso de poco capital, comercio al por menor, servicios domésticos, servicios personales, transpone y otros de menos importancia, donde se use la tecnología y sean altamente competitivos, donde se destaca el comercio al menor, al detal o al menudeo, el cual conocemos como la buhonería.

 

Los buhoneros se han apostado a desarrollar sus actividades a lo largo y ancho del país, creciendo en forma desmedida, en forma anárquica a medida en que la crisis se acentúa en las ciudades más populosas. En Maracay, ésta actividad ha sido ejercida desde hace varios años, ubicándose en los alrededores de la Plaza Bicentenaria, El Mercado Principal, Terminal Central, avenida Bolívar, Miranda y Santos Michelena, actividad que era desempeñada por personas excluidas del proceso productivo de la región, por no tener preparación de ningún tipo, sin referencia de trabajo de cualquier edad y con poco recurso, los cuales intentaban ganarse la vida en forma honrada, pero en esos momentos no representaban problema a la ciudad, por lo tanto no representaban ningún interés para el sector oficial, ni para los estudiosos de la economía, pero en cuanto crecía la población por diversos factores, unida a la inmigración extranjera (legal o ilegal), disminuía la oportunidad de empleo, debido a que el aparato productivo no era capaz de absorber esa abundante mano de obra.

 

Esa gran masa de ciudadanos que fueron desplazados y "excluidos" del proceso productivo, se fueron ubicando en el sector informal, en particular de la buhonería, lo que incrementó esta actividad en forma anárquica, desorganizada y como consecuencia tomaron las calles de Maracay de una forma desordenada, obstruyendo las vías peatonales y automotor. Podemos decir que existe informalidad en la vivienda, informalidad en el comercio, informalidad en la industria, informalidad en el transporte, en resumen: existe informalidad en diversos sectores productivos de la economía. De hecho, no son informales los hombres, son informales sus actividades.

 

No existen venezolanos formales e informales. El 60 por ciento del trabajo de los venezolanos que se desarrolla en el mercado informal, lo hacen porque tienen un trabajo el cual desarrolla formalmente y una parte del esfuerzo productivo desarrollado informalmente. El caso del empleado bancario que tiene un vehículo y, de ida al trabajo y de regreso del mismo, trabaja como taxista para suplementar su ingreso personal. Tal es el caso de la señora que después de dejar a los niños en el colegio elabora pasteles y dulces para venderlos a restaurantes. El caso de la señora que el garaje de su casa lo convierte en un pequeño restaurante de almuerzos. Así muchos de los venezolanos reivindican permanentemente su derecho a trabajar con prescindencia del Estado, sin pagar impuestos y sin obedecer sus regulaciones respecto a la actividad económica que desempeñan.

 

Es importante entender que la informalidad es de las actividades y no de la gente. Puesto que de esta forma entenderemos el origen de este fenómeno. Si estudiamos los libros de sociología que se han escrito veremos que ellos nos dicen que los latinoamericanos y en particular los venezolanos tenemos el defecto de ser tarados, por lo cual nunca podremos salir adelante. La herencia indígena y el coloniaje encima de la herencia nos entorpecieron de tal forma que, junto con la corrupción, el clima, y la comida picante y bien condimentada, nos han convertido en pueblos ociosos.

 

Esta argumentación está implícita en los textos eurocentristas conservadores y en los textos alucinados marxistas. En el fondo, parte del mismo rechazo a la imaginación, a la fuerza, y a la autenticidad de los latinoamericanos. Es un prejuicio contra los hombres de trabajo.

 

El origen de la informalidad no se encuentra en una tara cultural, en un problema religioso, o un origen étnico; se encuentra en la ineficiencia de la ley. En términos técnicos, somos informales por el llamado coste de la legalidad. Los políticos, los legisladores y mucho menos, los abogados no entienden que la ley cuesta como cualquier otra cosa. Si ciertamente quiere hacer un negocio, necesita tiempo e información. Hacer el negocio cuesta algo independientemente del negocio mismo. Vender pintura cuesta algo más que la pintura misma; cuesta la oportunidad, la inteligencia, la ubicación, la percepción del deseo de los consumidores.

 

Igual la ley. La ley cuesta con independencia de lo que se quiera hacer con ella. ¿Cuál es el costo de la ley, entonces?. La cantidad de tiempo y de información que se necesita para cumplir con ella. En Venezuela al igual que en América Latina, la cantidad de tiempo y de información que se necesita para cumplir con la ley es muy alta, de hecho comparativamente más alta que la cantidad de tiempo y de información que se necesita en Estados Unidos para cumplir con la ley. La diferencia entre países desarrollados y subdesarrollados está en organización institucional eficiente.

 

Es decir, en el coste de la ley. Un país próspero tiene un coste de la ley bajo en comparación con los ingresos de la población; un país que no es próspero tiene un coste de la ley alto en comparación con los ingresos de la población. En Venezuela desde hace varios años más de 50% de la población trabaja informalmente. Se trata de un país rico en recursos naturales, donde sus malos gobiernos han construido tan absurdos obstáculos al trabajo, que un altísimo porcentaje de la ciudadanía no tiene más recurso que vivir y trabajar al margen de la ley.

 

La crisis económica del país sigue como si nada y las modalidades de la supervivencia se consolidan como posibilidades de estrategia de la vida real para no quedarse en el camino. El sector informal de la economía aumenta gradualmente llegando casi al 60% de la población y está generando una situación anárquica, sin control, de grandes proporciones en las principales ciudades del país. Frente al desempleo, el aumento de los precios de los alimentos y la escasez de vivienda, se dispara esa actividad especialmente en las calles del centro de la ciudad donde hay vendedores de todo tipo. Aunque el sector informal funciona fuera del marco legal formal y de las instituciones económicas, es una parte integral de las economías del Caribe debido a su absorción de grandes números de desempleados y a los bienes y servicios que proporciona.

 

En los últimos años, ha habido un creciente esfuerzo por parte de los gobiernos de los países del Caribe por fortalecer sus economías y estimular el crecimiento y desarrollo económico a la luz de las recientes tendencias hacia la globalización y la creciente competencia en el mercado internacional. Además, ciertos acontecimientos que tienen o tendrán un impacto significativo sobre la región del Caribe, tales como: el movimiento hacia una economía de único mercado, el fin del Régimen Bananero (particularmente en los países del Caribe Oriental), y los avances hacia el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) tienen el potencial de ser transformados en oportunidades para la región si se aprovechan de manera adecuada.

 

La canalización de las actividades del sector informal implica la transformación de unidades de ese sector en micros, pequeñas y medianas empresas del sector formal. Esto permitiría que el sector informal respondiera, de una forma más efectiva, a las oportunidades que surjan del proceso de desarrollo en el que participe activamente en la actualidad. Cualquier intento por lograr esto, necesariamente implicaría, no sólo superar las limitaciones que existen para la expansión dentro del sector informal tales como bajos ingresos, falta de acceso a los recursos, créditos y capacitación, acceso limitado a los mercados y un ambiente político hostil, sino también las razones por las que muchos participantes deciden operar en este sector.

 

Sin embargo, en la visión predominante del desarrollo económico, la integración gradual del sector informal al sector formal fortalecería a éste último y, en vista de que sus trabajadores obtendrían mayor productividad e ingresos más elevados, mejoraría la prosperidad económica y la calidad de vida en general. Mientras más difícil es para una persona cumplir con el sistema jurídico, más estará tentada a quedarse al margen de la ley. Para muchos venezolanos tomar ese riesgo es más atractivo que formalizar sus actividades comerciales. Existen dos problemas principales en el sistema jurídico venezolano: el primero es la falta de accesibilidad a los órganos administrativos, el segundo es la complejidad de nuestra legislación y la dificultad de interpretarla y aplicarla sin la ayuda de servicios caros y, para la mayoría de la población, inaccesibles.

 

En nuestros días se ha agudizado el problema de que el comercio informal no paga impuestos, al grado de que las autoridades municipales lo han estudiado, reglamentado y tratan de controlarlo ante la posibilidad de acabar con él.

 

Es precisamente este "mercado negro" del sector informal el que muestra una adaptación y desarrollo increíble. A pesar de que los gobiernos han querido eliminarlos, ellos crecen vigorosamente, ya que es una salida coyuntural a la pobreza generalizada. Esa creatividad y energía de millones y millones de vendedores ambulantes que inundan las principales calles de las ciudades más populosas son, para el turista un espectáculo multicolor, para las clases pudientes una vergüenza y para la mayoría un alivio. Con lo último se ve la enorme capacidad de adaptación de los millones de pobres latinoamericanos que logran subsistir en condiciones difíciles. A medida que las cosas empeoran, son más las personas que tienen que recurrir al rebusque.

 

No es por falta de educación que muchos se ven compelidos a apelar a la venta callejera. Muchas instituciones internacionales de estudios sociales han comprobado con sorpresa que el nivel académico de los vendedores callejeros es alto. Se encuentra hasta un 60% de bachilleres y un porcentaje considerable de profesionales que se han colocado en esta posición no porque lo deseen sino porque las oportunidades de empleo no existen. La economía informal es perseguida por los gobiernos porque los protagonistas de ésta aventura no se registran oficialmente, por lo tanto no pagan impuestos por consiguiente no reciben ningún beneficio del Estado. Por eso lo miran como enemigo y lo tratan como tal. Es precisamente esta "economía descalza" que muestra una realidad esperanzadora porque sus protagonistas llevan en sí el fermento del intercambio.

 

Los desalojos violentos de miles de vendedores de las calles de nuestro país; van acompañados de decomiso, destrucción de los productos y saqueo por parte de las mismas autoridades que hacen cumplir la ley. "Sólo quien forma parte de la economía informal conoce la zozobra que genera el vivir al margen de la sociedad y para muchos el subsistir con sólo el pan de cada día".

 

   5. ASPECTOS DE LA INFORMALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA.

 

Los innumerables problemas que aquejan a los diferentes sectores del quehacer nacional han obligado a la población a buscar soluciones emergentes que permitan sortear el desempleo, la inflación, las dificultades para acceder al sistema educativo, el incremento de los impuestos, etc. Si bien es cierto que, salvo casos excepcionales, tales soluciones son sólo opciones de supervivencia de cuestionada productividad, también es cierto que indudablemente han ayudado al venezolano común y cada vez en mayor número, a librar la batalla contra la crisis económica que se ha instaurado en nuestro país.

 

Es así como surge un proceso que funciona, no sólo al margen de la legalidad sino en contraposición a la planificación del estado, pero a través del cual el venezolano común puede producir ingresos suficientes para su grupo familiar mediante actividades económicas alternativas que desarrolla haciendo caso omiso del cúmulo de formalismos administrativos y legales que son necesarios para funcionar propiamente.

 

A continuación analizaremos algunos aspectos importantes que caracterizan el desarrollo de lo que se ha llamado la Economía Informal.

 

Aspecto Jurídico: Si bien es cierto que los procesos de informalización se manifiestan en el ámbito económico, todos ellos nacen de la imposibilidad de aplicar el marco legal tal y como ha sido concebido por el Legislador, convirtiéndose así, el ámbito jurídico, en uno de los aspectos más importantes a ser analizado y uno de los cuales se ve más afectado como consecuencia del desarrollo de tales procesos de informalización.

 

Es así como la Ley se aleja de la realidad fáctica haciéndose inaplicable, rígida, inflexible y desligándose del hombre y su quehacer. Es lo que ha sido denominado por algunos autores contemporáneos "El Coste de la Ley", lo que en sentido amplio se traduce en el precio de acceder al mercado. En los países subdesarrollados, acceder a la legalidad es tan costoso que produce la distorsión del mercado y segrega a los sectores menos favorecidos de la población, a quienes se les hace imposible costear la infinidad de gastos que ponen en marcha los mecanismos jurisdiccionales y administrativos necesarios para controlar el funcionamiento de las distintas formas de organización económica.

 

Un país próspero tiene un coste de la Ley bajo en comparación con los ingresos de la población, lo que facilita su aplicación y su acercamiento a la realidad humana porque mientras más fácil sea cumplir la Ley, más difícil será actuar al margen de ella, impidiéndose así la informalización de los procesos productivos.

La complejidad de nuestra legislación dificulta su interpretación y su aplicación e impide que el ciudadano común pueda acceder con facilidad a los distintos órganos administrativos y jurisdiccionales.

 

Esto hace que pareciera que la gente se siente más cómoda incumpliendo la Ley que siguiéndola al pié de la letra.

 

Así las cosas, mediante las actividades desarrolladas a través de la economía informal vemos cómo, aún cuando se persiguen fines lícitos y hasta deseables para el desarrollo del país, por ser éstos realizados a través de medios ilícitos, se convierten en verdaderas infracciones a la legalidad, traducidas más bien en lo que podríamos llamar "infracciones de no hacer", ya que provienen de omitir aquello que ha sido establecido por nuestro ordenamiento jurídico. De esta manera, los informales no pagan los impuestos, no cumplen con la normativa laboral ni de seguridad social, no cumplen con ningún tipo de regulación legal, etc.

 

Por otra parte, una de las características más resaltantes de la informalidad es que pareciera que la propiedad privada es un privilegio perteneciente a unos pocos y no un derecho genérico concedido a todos los ciudadanos y esto hace que la productividad de los informales se vea afectada no sólo por la insuficiencia misma del ejercicio de este derecho elemental sino también porque se les imposibilita el acceso a los tribunales para hacer valer sus contratos. ¿Cuál debería ser la respuesta del Estado en lo que se refiere a la legalidad?. Es necesario simplificar y flexibilizar el sistema jurídico para acercarlo al ciudadano común, lo que permitiría adaptar la ley a la realidad; realidad ésta que demanda una total coherencia de las normas con el entorno social que se va a regular.

 

Esto requiere de una labor gubernamental que permita estimular el acceso a la estructura funcional de todas las iniciativas económicas, empresariales y comerciales, persiguiendo un compromiso real con la estructura económica formal. Para ello es necesario redimensionar la importancia de la pequeña y mediana empresa como unidad de producción que se incrementa en número día a día, obligando a reconsiderar las técnicas de inserción de ésta dentro de la Ley y la sociedad, dando paso a los cambios espontáneos del mercado y a los proyectos innovadores que estas estructuras empresariales, mucho más flexibles y adaptables, son capaces de desarrollar, siendo una considerable fuente generadora de empleos.

 

Como conclusión, es necesario que la Ley no pierda el verdadero contacto con la realidad que ésta regula, haciéndose inalcanzable y desfasándose del entorno socioeconómico del país. Sólo así, mediante la adaptación de ésta a los cambios que se producen en toda sociedad, podrá seguir siendo la forma legítima de reglar el comportamiento humano y contribuir así con el desarrollo de la nación.

 

Aspectos Tributarios: Íntimamente ligado al problema legal dentro de los procesos de informalización de la economía, se encuentra el de los tributos. Contrariamente a lo que ha sido la tendencia generalizada en nuestro país, las modernas corrientes de la economía parecieran apuntar a que no es necesario aumentar la recaudación de impuestos para poder asegurar los recursos que permitan la aplicación de la Ley. Para ello, pareciera ser el primer paso la simplificación del sistema legal. Aumentar los impuestos resultaría ingenuo, si lo que se persigue es erradicar la economía informal, ya que el incumplimiento de las leyes tributarias y la evasión fiscal no son las causas del problema sino sus consecuencias, siendo que la informalización de la economía proviene, justamente, de esa misma complejidad del sistema jurídico nacional, tal y como lo hemos señalado con antelación. Es necesario detener el círculo vicioso que se produce mediante las formas indirectas de subir los impuestos, representadas éstas por el alza de los precios y el aumento de la inflación, lo que no contribuye a salir de los problemas económicos ni mucho menos a facilitar la aplicación de la Ley, sino que, por el contrario, dificulta los intentos organizados de salir de la crisis que aqueja nuestro país. Aspectos Socioeconómicos:

 

La informalización de la economía en Venezuela es uno de los síntomas de los tantos problemas económicos que han minado la capacidad de respuesta y superación del venezolano común en los últimos veinticinco años. Es, por tanto, el resultado de un proceso de descomposición generalizado que alcanza todos los ámbitos del quehacer nacional.

 

Como ya lo hemos apuntado, los aspectos jurídicos y el tributario no inciden en el problema planteado de maneras aisladas, sino que conforman un engranaje de relaciones que atañe también al aspecto socioeconómico de la realidad venezolana.

La "formalidad" impone sobre la sociedad unas cargas tan onerosas que resulta imposible sufragarlas, haciéndolas inoperantes e infuncionales y deslegitimando las distintas leyes que regulan la actividad económica del país. Esto hace que a la gente que desea trabajar legalmente se le imposibilite costear las exigencias de la legalidad, viéndose obligados a actuar al margen de la misma.

 

Este fenómeno se ha presentado en la mayoría de las sociedades latinoamericanas, todas caracterizadas por sistemas de seguridad social deficientes, por garantías y derechos constitucionales que se agotan en el texto fundamental y con una molestosa obligación subrepticia de pagar infinidad de dádivas a aquellos que gestionan los trámites supuestamente necesarios para legalizar y formalizar las actividades que desarrollan, causando un encarecimiento injustificado de estos elementales procedimientos. De esta manera, la gente se ve obligada a desviar su productividad y trabajar al margen de la Ley, agrupando las actividades en sectores económicos que permitan garantizar los ingresos mínimos necesarios que se traducen en estrategias de subsistencia. Tales actividades están aglutinadas, en su mayoría, en el comercio, los servicios y el transporte.

 

Los trabajadores informales están caracterizados por bajos niveles de escolaridad promedio y baja capacitación, siendo esto una desventaja en comparación con el sector formal. En palabras del abogado peruano Enrique Ghersi..."Aún cuando en el sector formal el salario real también se ve afectado por procesos inflacionarios, se mantiene comparativamente más alto para los empleados y obreros y garantiza mayor seguridad social por la propia regulación que lo rige...". Esto constituye una gran desventaja para aquellos trabajadores que han decidido intentar, por cuenta propia, innovar posibles soluciones a sus problemas económicos. Es lo que ha venido a denominarse el "Autoempleo".

 

En líneas generales, estos trabajadores poseen ingresos mensuales promedio inferiores a los de los formales. Generalmente están constituidos por gente que no ha logrado colocarse en el sector formal dadas sus carencias educacionales y que hacen que la fuerza de trabajo que ofrecen se cotice a muy bajos precios. Esto se debe a que las medianas y grandes empresas requieren mayor calificación y especialización de la mano de obra, con lo cual se aumentan las barreras educativas para la entrada y permanencia en el sector moderno. En forma generalizada, los trabajadores informales son, por tanto, más propensos a la pobreza, generando que la eficiencia de estos pequeños procesos productivos se desvanezca.

 

Por otra parte, los altos índices de desempleo producen la migración de los trabajadores de la formalidad a la informalidad, convirtiéndose la calle en la mejor escuela para empresarios, lo que conlleva a concluir que, mientras más aumente el desempleo, más aumenta este tipo de actividades. Casi la totalidad de nuestras ciudades, por otro lado, se encuentran pobladas de construcciones, también informales, que determinan un nivel socioeconómico traducido en problemas de todo tipo. Son lo que se ha denominado "barrios urbanos marginales", que se desarrollan, no sólo sin contar con ningún tipo de ayuda gubernamental, sino que en franca oposición a los intereses mismos del Estado, pero que son el fiel reflejo de la imposibilidad de acceder a una urbanización formalmente construida porque los trámites de hacerlo son insufragables.

 

Lo realmente preocupante de todo este panorama es la imposibilidad de insertar nuestra realidad en ningún modelo de desarrollo, ya que no hay requerimientos de preparación intelectual, de avances tecnológicos, de cumplimiento de deberes formales o materiales, pero que sin embargo, todo esto ha sido agenciado justamente por la necesidad de aprender a lidiar con la ilegalidad que se ha convertido en determinante para la gente que, aún queriendo trabajar lícitamente, no puede hacerlo, haciendo de la informalidad de las actividades económicas, una forma de vida.

 

Con todo esto, no nos resta sino destacar la necesidad de flexibilización de las normas que regulan la materia económica y social, en el sentido de sensibilizar el ordenamiento jurídico en aras de perpetuar su legitimidad y produciendo su acercamiento a la realidad, permitiendo así encontrar soluciones cónsonas con los planes de desarrollo de nuestro país.

 

2.6 MERCADO LABORAL FORMAL E INFORMAL.

 

En Venezuela, el sector informal ha incrementado su participación en el empleo sostenidamente, pasando de representar el 32% de los ocupados en 1978 a 52% de los ocupados en 1999 (cifras OCEI). Este incremento del sector informal reviste una gran importancia puesto que existe una incidencia de pobreza en el sector informal notablemente superior a la del sector formal (Riutort, 1999). Algunos de los factores que han producido una contracción relativa en el empleo formal se mantendrán en el futuro, debido a los patrones de especialización derivados de la globalización y el cambio tecnológico, que impulsan la expansión de actividades capital y energía – intensivas en nuestro país. Dada esta estructura, es muy poco factible que el sector formal pueda absorber la oferta de mano de obra a una tasa acelerada, aunque se expanda en forma importante.

 

Una de las prescripciones de política para reducir la pobreza derivadas de la visión tradicional de los mercados de trabajo, compatible con la leyenda negra sobre la informalidad, es incrementar el empleo formal a toda costa. Según la visión compatible con la leyenda dorada, el sector informal puede alcanzar una productividad importante, por lo que debemos preguntarnos cuál es el costo de semejantes políticas de empleo formal.

 

Una parte de los trabajadores que conforman actualmente el sector informal probablemente se encuentra en su mejor alternativa de ingresos y trabajando bajo un esquema de organización eficiente y adaptable. La tendencia mundial hacia la reducción del tamaño de las empresas y el aumento de la sub-contratación también afecta la estructura del empleo en nuestro país. En consecuencia, intentar reducir la informalidad no parece suficiente desde el punto de vista de la reducción de la pobreza. Adicionalmente, es necesario entender la lógica del sector informal y preguntarnos cómo pueden mejorar las condiciones de vida dentro del mismo.

 

Al investigar los factores que determinan la remuneración de los "informales" se encuentra que los trabajadores informales hombres, con mayor experiencia y escolaridad, urbanos y cuyas actividades se encuentren en sectores de intermediación (comercio al mayor y transporte) y minería, tienen significativamente mayores ingresos que el resto. En comparación al sector formal, el sector informal remunera más la experiencia y menos la escolaridad y posee brechas de género más acentuadas. Existe evidencia sobre la importancia de la posición en la firma, dentro de la escala de remuneraciones informal, puesto que los trabajadores dueños de una microempresa (patronos informales) devengan un ingreso que es más de dos veces y media superior al de un empleado informal. A la luz de estos resultados, existen en Venezuela, trabajadores representantes tanto de la leyenda negra como de la leyenda dorada aunque su proporción es muy desigual.

 

Los incrementos en la productividad informal se traducen en un mejor desempeño de las microempresas informales y en mejores remuneraciones para los trabajadores informales. Por otra parte, algunas microempresas informales de alto desempeño tienden a formalizarse paulatinamente. La escolaridad incrementa las remuneraciones informales significativamente, aunada a ciertos niveles de experiencia. Esto implica que el sector informal remunera de forma importante habilidades y destrezas específicas a la rama de actividad económica, por lo que programas de capacitación y entrenamiento pueden tener gran impacto en el ingreso informal.

 

Las diferencias marcadas ente los ingresos de los patronos informales y el resto de los trabajadores informales pueden estar asociadas al acceso al capital, que es el factor más escaso en el sector informal. En consecuencia, los programas de microcrédito pueden tener un impacto positivo sobre la productividad e ingresos en el sector informal por dos vías: incrementando la productividad promedio de las microempresas y generando una movilidad de trabajadores empleados y por cuenta propia hacia ser dueños de una microempresa. Existen experiencias exitosas de microcrédito en el país iniciadas por organizaciones no gubernamentales y por instituciones bancarias privadas, que el gobierno debería incentivar bajo un marco regulatorio específico.

 

2.7 DIFERENCIA ENTRE ECONOMÍA INFORMAL Y ECONOMÍA SOCIAL.

 

La Economía Informal tiene una orientación Capitalista originaria. Es altamente competitiva. Genera formas de solidaridad limitadas a su sector de trabajo. De abierta confrontación con el comercio establecido por el acceso a los clientes, es decir a las fuentes de ingresos. La Economía Informal debe ser valorada:

 

En la dinámica de contradicciones del capital En franca oposición a las formas de relaciones entre las clases y el Estado (Empresarios gobierno). En ningún caso sus contradicciones estratégicas son de carácter anticapitalista, sino por el contrario de competencia por espacios e inclusión en el régimen. En sus potencialidades de confrontación a los aparatos de control y represión del Estado. Resistencia limitada a sus posibilidades de reconocimiento por el status quo. La Economía Informal no es pequeña y mediana empresa, la economía informal se centra en la venta de bienes y servicios y solo un sector marginal de la misma en la generación de producción. El fin último de la economía informal esta dado por la posibilidad de alcanzar un reconocimiento oficial a una actividad lucrativa.

 

No es economía social aunque muchas de sus dinámicas y procesos contribuyan a la generación de formas de economía social. ¨Las características de la economía informal (altamente competitiva) limitan su capacidad de redistribución solidaria del capital. ¿Que se le plantea a la economía social respecto a la economía informal? Potenciar sus posibilidades de reconocimiento oficial como actividad económica en la perspectiva de agudización de las contradicciones con los sectores del gran capital.

 

A partir de estas diferenciaciones (entre economía clásica y economía informal) iniciamos la indagación sobre lo que se considera economía social. Para avanzar en esta dirección procuraremos responder al conjunto de interrogantes más comunes que sobre el particular se formulan.

 

   8. ECONOMÍA E INFORMALIDAD

 

Toda sociedad posee una dimensión económica productiva en su dinámica de vida, y esta puede dividirse en Formal e Informal. En ambas divisiones encontramos a trabajadores remunerados, por lo que, bajo esta descripción general, los desocupados están en una dimensión improductiva de la economía. La economía Formal será definida como: el trabajo remunerado regido por el intercambio de bienes y servicios; dentro de ella se definen dos grandes esferas: 1) el Estado, donde quien paga el intercambio es el colectivo a través del Estado; y 2) el sector Privado, donde quien paga es el usuario o cliente y la dinámica está regida por la competencia y el beneficio en la oferta de bienes y servicios. Estos dos ámbitos definen un sistema de formas (tanto fiscales como institucionales) que estructuran un sistema económico moderno. De allí que se considere que la economía Formal es la que impulsa el desarrollo económico de una sociedad.

 

Como contraparte tenemos la economía Informal, que igualmente es definida como un trabajo remunerado en dinero o en especies; lo que hace que el informal no sea un desempleado. Este concepto puede estar regido por dos perspectivas generales: primero, la económica y, segundo, la social. Así, desde el punto de vista económico, la economía informal no está regida por la oferta competitiva de bienes y servicios, sino, por la simple satisfacción de las necesidades de subsistencia donde el trabajador no trabaja para el mercado, sino que, simplemente se vale del mercado para sobrevivir independientemente de la calidad de su trabajo. Aquí, a menudo los sujetos u hogares pueden ser pobres, pero, no necesariamente esto es así. Desde el punto de vista social, o de los trabajadores, la informalidad está regida por el no-cumplimiento de ciertas formas o formalidades económicas como son: no estar dentro de un sistema de seguridad social, no poseer algún tipo de contratación colectiva, etc. Así, el trabajador se encuentra en una evidente desventaja en referencia a los trabajadores del sistema Formal.

 

Sabiendo esto, se puede decir que la informalidad es un indicador de cómo y que tanto avanza la economía formal, la economía que fomenta el progreso, con respecto a la dimensión económica general de una sociedad.

 

CAPÍTULO III

3.1 PROPUESTAS PARA DISMINUIR LA ECONOMÍA INFORMAL EN VENEZUELA.

 

La Crisis Económica que vive Venezuela ha generado una reestructuración profunda del mercado de trabajo lo cual ha tenido como consecuencia el surgimiento del sector informal urbano de considerable envergadura, es por lo que nosotros nos atrevemos a señalar diversas propuestas que pensamos pueden servir de ayuda tanto para la disminución del sector de la economía informal en Venezuela como de otros sectores que aunque no están identificados directamente con el problema pero ayudan al incremento de la misma.

 

Para empezar y siguiendo un orden cronológico al problema es importante señalar que dicha problemática nace en Venezuela al igual que en todos los países latinoamericanos, en la década de los sesenta en cuanto el comercio se incrementa y las recesiones económicas comienzan a sentirse en todos los países tercermundistas; es por ello que sucedieron transformaciones económicas en Venezuela que ayudaron a una gran parte del sector económico para elevar el nivel de vida de algunos venezolanos; pero no se pensó jamás que a una gran parte de esa población en aras o en la búsqueda de ayudarlos, fue todo lo contrario.

 

En este nuevo siglo que comienza, se empiezan a sentir los síntomas de una gran enfermedad llamada recesión, en esta parte baja del continente, razón por la cual en cada uno de estos países con similitudes y diferencias se plasma este gran problema como la informalización de la economía la cual es de grandes magnitudes; refiriéndonos específicamente al caso venezolano, en donde el Instituto Nacional de Estadística (INE) antes OCEI, señala un 14,5% de desempleo y un 61% de economía informal.

 

Los motivos que han generado la Economía Informal ya han sido plasmados en puntos anteriores en este trabajo, pero a continuación las siguientes propuestas tratan de ser un ápice para la disminución no sólo como diríamos anteriormente de la economía informal dirigida al sector buhonerismo sino a otros problemas que ayudan al incremento de la misma. Dentro de ellas tenemos en primer lugar que en los actuales momentos se discute en la Asamblea Nacional la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social, aunque algunos sectores no qui